Carta abierta a Nico

Mi querido Nicolás:

¿Me vas a creer que vengo llegando a casa luego de un frustrado viaje a la Clínica Alemana para conocerte? Así no más fue. Hoy, por casualidad pasé por el "Alma" negocio de tu tía Pamela y ahí me contaron que tu habías nacido el domingo 24 (el día de mi Santo) y que tu "primo" había nacido un rato después. Así es que aproveché el viaje y llevé dos ramos de flores que había cortado de mi huerta, uno para tu mamá Bea y el otro para Pame. La lata fue que sólo logré conocer a tu primo ya que tu ya te habías ido para la casa. Te preguntarás ¿Qué hice con el otro ramo? Desgraciadamente aún los científicos no logran un pegamento para juntar la flor a un tallo desnudo, por eso, cuando lo necesites, se lo pides a Pamela para que se lo entregue a tu mamá. Me habría encantado conocerte hoy, pero ya no faltarán los días para vernos, y así cuando seas más grande aprenderás cómo se preparan las mejores piscolas de la ciudad y las técnicas para que un pisco sour sea el preferido de todas tus amistades.

Por el momento, un delicado beso y un abrazo grande a tus felices papás.

Con cariño,

Tu tío Juan Antonio Eymin